La no violencia consiste en la negativa a dañar físicamente a otros seres humanos bajo ninguna circunstancia. Aunque se base a menudo en principios morales o religiosos, la no violencia es también una estrategia para conseguir cambios políticos o sociales. Para los activistas no violentos, la no violencia es una tercera vía entre la aceptación de la opresión y la rebelión violenta contra la opresión. Mediante la desobediencia civil, la no colaboración y las acciones no violentas, se busca llamar la atención sobre determinados problemas y conseguir su resolución de forma pacífica. Para sus críticos, la no violencia no conseguirá nunca sus objetivos, ya que o bien es fácilmente aplastada por los regímenes tiránicos o bien sólo sirve para dulcificar los conflictos en los regímenes que la toleran.
En el siglo XX, las dos figuras más representativas de la no violencia fueron Mahatma Gandhi y Martin Luther King. Aunque ambos fueron asesinados, ambos ganaron las batallas de sus vidas: la independencia de la India y el reconocimiento de los derechos civiles de los negros norteamericanos.